No obstante todo lo cual se dirige an una persona sola asi­ como solo an ella. En el extremo no importa quien sea, sino que con el enamoramiento nace una potencia terrible que tiende a nuestra fusion asi­ como hace a cada uno sobre nosotros insustituible, unico para el otro. El otro, el querido, se convierte en aquel que nunca es sino el novio, el absolutamente particular. asi­ como lo cual ocurre aun contra nuestra voluntad y no obstante a lo largo de bastante lapso seguimos creyendo que podri­amos ocurrir sin el novio asi­ como hallar esa misma dicha con una persona distinta.

En el estado incipiente directamente se posee la eternizacion de el actual

No obstante nunca seri­a asi, basta una breve separacion para volvernos a confirmar que el es portador de una cosa inconfundible, algo que siempre nos falto asi­ como que se ha revelado por medio de el novio y que desprovisto el nunca podremos regresar a hallar. asi­ como frecuentemente hasta podri­amos identificar un detalle: las manos, el modo del seno, un pliegue de el cadaver, la voz, cualquier cosa, que representa, simboliza su diversidad y su unicidad. Es el «signo», el «carisma». El eros, la sexualidad extraordinaria, seri­a monogamo.

Las hechos, por lo identico, nos demuestran que la sexualidad se manifiesta sobre manera usual, cotidiana y de manera extraordinaria, discontinua. La sexualidad ordinaria, igual que el consumir asi­ como el beber, nos acompana cuando nuestra vida actua de modo homogenea, como el tiempo rectilineo del reloj. La sexualidad extraordinaria Se Muestra, en velocidades, en los instantes en que el estimulo vital busca nuevos y diversos rutas; entonces la sexualidad se convierte en el vi­a con el que la vida explora las fronteras de lo concebible, los horizontes sobre lo imaginario asi­ como la esencia el estado naciente.

Esta sexualidad esta vinculada a la inteligencia asi­ como la fantasia, el emocion, Ia pasion, fundida con ellos. Pero su esencia seri­a la de trastornar, mudar, romper los lazos precedentes. El eros es una fuerza revolucionaria si bien limitada a dos seres; asi­ como en la vida, se llevan a cabo pocas revoluciones. Por lo cual identico la sexualidad extraordinaria no puede manejarse segun nuestro agrado, sino que bio asi­ como es por ello riesgosa. Con el fin de nosotros es una continuada aspiracion y la surtidor sobre permanente nostalgia aunque la tememos. De defendernos sobre ella empleamos la misma palabra para indicar el eros asi­ como la sexualidad cotidiana, o sea el comer asi­ como el beber del sexo, sobre lo que hacemos indagaciones demoscopicas de retroceder a revelar siempre las mismas cosas, cosas que debido a conocemos No obstante que nos tranquilizan porque nos dicen que igualmente los otros viven la misma «miseria sexual», es decir, la misma cotidianeidad.

Sin embargo las indagaciones ademas sirven de enganarnos. y lo hacen indicandonos la alternativa sobre aumentar nuestra satisfaccion pasando, como podri­a ser, de cuatro a diez relaciones sexuales, semejante ocasion mas largas asi­ como esto es lo excitante con seres variados. Enganarnos porque, cuando nos movemos en el interior sobre la sexualidad ordinaria, tener relaciones con la misma persona o con bia ninguna cosa. Quien lo ha probado lo sabe, por motivo de que en general lo ha probado justamente cuando queria sustituir a la sola cristiano que, por si sola, hubiera podido ofrecerle el conjunto asi­ como la paz para esos instantes de tiempo que, subjetivamente, son instantes sobre eternidad.

y esto pasa en instantes particulares, que son los del enamoramiento asi­ como de el apego entusiasta, total

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Acostumbrados como estamos a ponderar cada cosa con el patron del tiempo fisico del reloj, olvidamos que en la sexualidad extraordinaria de el amor el lapso seri­a distinta. En el budismo japones, de indicar las dos maneras de vida oportuno se utilizan las expresiones nin y ten. El nin es el universo de la paz asi­ como la tranquilidad cotidiana, el ten la ocasion extraordinario de la sentimiento asi­ como el amor. Por tanto el nin seri­a alegria, y un jornada sobre nin corresponde a un ano sobre un universo carente tranquilidad. Aunque un jornada sobre ten corresponde a mil o diez mil anos de lapso. y cuando perdemos el amor la espera sobre una hora se convierte en la espera sobre anos de vida o de siglos, asi­ como la nostalgia del instante de eternidad nos acompana siempre.

La contacto sexual se convierte por lo tanto en un pretension sobre quedar en el cuerpo humano de el otro, un vivirse asi­ como un acontecer vivido por el en una fusion corporea sin embargo que se prolonga como ternura por las debilidades del querido, las ingenuidades, sus defectos, sus imperfecciones. Por lo tanto logramos amar hasta una herida sobre el transfigurada por Ia dulzura.